viernes, 12 de marzo de 2010

Poesía a María Santísima de la Esperanza

Qué linda cara que tienes,
Virgen de la Esperanza,
que si te miro, me rindes
y si me miras, me matas.

Esos tus hermosos ojos
son en ti, belleza innata,
arpones cuando los flechas,
puñales cuando los clavas.

Esa tu boca preciosa,
brinda entre coral y nácar,
un veneno que da vida
y una dulzura que mata.

Primores y agrados hay
en tu talle y en tu cara
todo tu cuerpo es aliento,
y todo tu aliento es alma.
Arco de amor son tus cejas
contemplarlas me da alas
para muchas situaciones
las dulces y las amargas
Y sólo tengo una duda
si el cielo imita tu cara
cómo que al mirarte siempre
nunca encuentro la desgracia.
/Dolores/

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