Cuando hablamos sobre la vida de nuestras cofradías, no nos
paramos a pensar en la labor, muchas veces desconocida, de esa otra parte de
las hermandades, la tradición, ha hecho que muchas veces, quedaran relegadas a
un segundo plano, no pudiendo participar en los desfiles procesionales de
nuestras cofradías, nos referimos al papel de la mujer en la semana santa.
Será quizás con la reorganización de la Hermandad de la
Santísima Virgen de los Dolores y Santísimo Cristo de la Humildad, cuando, en
un primer momento, la mujer manzanareña comenzara a tener mayor presencia en la
vida cotidiana de nuestra semana santa, si bien es cierto, que la sección
femenina, estába dedicada tan sólo a los cultos que en la actualidad se refieren
al tríduo (por aquél entonces septenario) y besamanos en honor de la sagrada
imagen, mientras que la rama de caballeros, sería la encargada de procesionarla,
destacando cómo el viernes de dolores, la santísima virgen procesionaba
acompañada por las clásicas mantillas enlutadas en su desfile.
En el año 1956, llegará hasta Manzanares, la imagen de la
Santísima Virgen de la Esperanza, marcará un punto de inflexión en nuestras
cofradías, ya que, años después, tras la separación de la imagen de San Juan
Evangelista, se conformaría la sección de mujeres en la Hermandad de Nuestro
Padre Jesús del Perdón, conformándose el primero de los tramos dedicados a la
mujer nazarena en Manzanares.
El año 1969, será otro de los años para nuestro recuerdo,
por primera vez en la historia de la semana santa manzanareña, sube al estrado
para pronunciar su pregón una mujer, el honor de abrir la larga lista de
pregoneras lo tuvo doña Caridad
Díaz-Madroñero y López de Pablo, catedrática de geografía e historia,
teniendo el mismo honor doña Irene Mayoral Muñoz (1994), Esther Almarcha
Núñez-Herrador (2001), Isabel Romera Fernández de Simón (2002) y doña María del
Mar Camacho (2011).
Su presencia, poco a poco irá creciendo, destacando como en
muchos casos, ha servido para lograr un numeroso incremento en las filas de
nuestras cofradías, siendo el papel de la mujer, cada vez más importante en
ellas. Uno de los cambios más notables en nuestras cofradías, como todos
sabemos, será la incorporación de los costaleros y portadores de trono,
destacando cómo sería en el año 1995 cuando el trono de Ntra. Señora de la
Soledad, fuera portado con 48 mujeres, y cuya capataz, también fue, durante
varios años, una mujer, doña Antonia Espinosa, pero además, el año 1995
marcaría también la historia de nuestra semana santa, ya que fue el año en que
se presentó el paso de María Santísima de la Bondad, que aportaba a la
Hermandad de Ntra. Señora de la Paz su sección femenina, acompañando entonces
la nueva imagen alrededor de 60 mujeres vistiendo la túnica nazarena.
Pero también serán otras las hermandades que darán cabida a
las mujeres dentro de sus cortejos, destacando por ejemplo el cuerpo de
camareras que acompaña en su desfile procesional a María Consoladora de los
Afligidos ataviadas con la clásica mantilla española y fajín rojo, observando
como con el paso de los años, todas las hermandades manzanareñas, aceptarán en
sus filas (bien en tramos especialmente dedicados a ellas, o en los tramos ya
existentes) la presencia de mujeres en sus filas.
En el año 2001, será la primera vez que una mujer, realice
la labor de presentadora del libro guía, correspondiendo éste honor a doña
Isabel Romera Fernández, del mismo modo que doña Isabel Villalta lo hiciera en
el año 2005 o María Isabel Quintanilla en el 2009. Por otro lado, en el año
2003, el paso del Divino Cautivo, procesionado hasta entonces a ruedas, será
portado por 26 mujeres a las órdenes de Rafael Torres, teniendo en ésta
hermandad, un papel todavía mas importante en sus desfiles.
Labores también dignas de reconocimiento son las de la
mantención de los enseres, así como las de modistas y camareras de nuestras
sagradas imágenes, como es por ejemplo la bordadora local María del Mar
Fernández Pacheco, con numerosos trabajos (bordado del estandarte del Divino
Cautivo y escudos para las hermandades) que muchas veces son desconocidas, pero
siempre muy tenidas en cuenta. Sirva éste modesto reportaje como homenaje a las
mujeres manzanareñas involucradas en nuestra semana de pasión.
Ojalá valga de alguna forma este artículo, para poco a poco ir desterrando de Manzanares las feas y antiésteticas ruedas en nuestros pasos procesionales.
ResponderEliminar